sábado, junio 02, 2007

PRiNCiPio a La MiTaD DeL CaMiNo.

Aquel departamento era una mierda. Desde el primer día que lo vi hasta el ultimo en el que cerré la puerta y lo deje.
Díaz Vélez esquina con Gascon, no pasa nada.
Mi madre había decidido mudarnos allí, y nunca entendí el motivo, quizás fue un simple cambio de paredes por otras, estaría cansada del barrio, no lo se, yo tenia unos 13 o 14 años, y todavía no había terminado el colegio aunque ya cursaba el ultimo año y el cual aprobé sin mayores problemas. Pero el volver a casa se tornaba en algo que no me gustaba, mis amigos estaban todos en aquel barrio que quedaba en la dirección contraria a la de mi nueva casa. En ese barrio en el que jugué toda mi vida en la puerta, sin autos y con el parque a una cuadra, el almacén en la esquina o a la vuelta, los amigos en el mismo edificio, bajo, de tres pisos o en frente. Todos ellos ahí, y yo de repente vivía en el 6to piso de una torre, gris, de 12. Con las ventanas que miraban hacia el “pulmón” del edificio, es decir, un hueco en los costados en donde se podía ver un patio muerto, “de oscuro”, “de toldo sucio”, de querer mirar para arriba y ver un pedazo del cielo y encontrar en su lugar otros 6 pisos y los cables. Encima, frente a mi ventana, la del vecino al que podía saludar si no hiciéramos de cuenta que no nos vemos. El edificio quedaba sobre una avenida que te saca derecho al centro y es muy concurrida por la mañana, tres líneas ruidosas de colectivo y un hospital a dos cuadras. La fabrica de chocolates de Felt Fort y ninguna plaza o parque, cerca. Más bien dicho, el más cercano era aquel que estaba a una cuadra de mi antigua casa, entonces ahora para ir tendría que pasar por allí cada vez que fuera. Me pregunto… Por que nos mudamos a este edificio, al que me resisto a llamar casa?
La vecina: Debajo en el cuarto piso tenia una vecina que estaba buena, buena de culo y si cara era de angelito, pelo negro de ojos azules, una princesa. Era mayor, por unos años nada mas, y eso la hacia mas buena todavía. Una tarde cuando paso por casa pude lograr que nos besáramos, por un rato, pero no paso nada mas, en el fondo era chico y recién empezaba. Mi madre cuando venia a casa llegaba a eso de las 7 u 8 de la noche y no pasaba mucho cuando llegaba, quizás traía ya las compras o la acompañaba, o en el peor de los casos me mandaba a mi, a los chinos de la vuelta, entonces preparaba la cena y mirábamos la tele, yo recuerdo escuchar música y hacer mis deberes la mayoría de las veces, mientras ella cocinaba. Ahora pensándolo bien, quizás su intención era la de darme mi propia habitación, ya que aquel departamento que yo tanto adoraba en mi barrio y consideraba MI CASA, era de un solo ambiente en el cual teníamos las camas y la mesa todo junto, y quizás comenzó a quedar chico para cuando me estire un poco. Ya tenia mis póster colgados y mi radio en el escritorio, todas esas imágenes vienen a mi, como si fuera un lugar en el que no me faltaba nada, pero el único calor de este departamento en el que ahora vivía era mi madre, su presencia.

No paso mucho tiempo para cuando mi madre comenzó a venir cada vez menos. Yo era un chico que se distraía muy fácil en la escuela, y buen pibe como casi todos. Me sentía cada vez más cerca de las libertades que de las responsabilidades. Pero un día me di cuenta que ya tenia un tiempo viviendo solo, y al darme cuenta de que en una hoja, en esta hoja ya comienzo a hablar de ello, tan cerca del principio, me deja un poco helado, una hoja y ya comienzo a vivir solo…
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CoNTiNua. . .
(X SuPueSTo, CoNTiNua)
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AlEjAndrO sAuTu

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